lunes, 21 de junio de 2010

IKA Parte II

Ika dice:

La mañana siguiente, me levanto de un mejor ánimo y con muchísimas ganas de seguir pintando, había armado todo un cargamento de pinceles, un estuche repleto de pinturas de diversos colores, y una carga especial de óleo. Camino apenas unas cuadras muy ilusionada, cuando una lagartija que pasaba a mi lado llamó mi atención, pues había notado en ese animalito un tono morado y azul muy luminoso, y una actitud emprendedora, lo que me produjo demasiada intriga. Así que decido seguirlo, llegamos hasta la entrada de una escuela, donde vi que la lagartija muy cómodamente se sentaba en una esquina y sacaba de su bolsita pinturas, pinceles y acuarelas de muchísimos colores. Por supuesto que esto me intrigó aun más.

Asombrada observo como el animalito tan pequeño hacía la misma labor que yo había hecho un día anterior, pues noto que cada pincelada que da, provocaba un cambio de actitud y robaba una sonrisa a cual persona se atravesaba frente a su pincel.

Era asombroso todo aquello, el pensar que no solo las personas podemos tener cambios de actitud en nuestra vida, sino que también suele llegar a pasar en todo aquello que nos rodea e incluso en los animales.

Pero esa no era la lección que aprendería ese día, pues mi mayor sorpresa se vio reflejada cuando la lagartija se acerco a la entrada de la escuela donde nos habíamos detenido y observando detenidamente comenzaba a jugar con sus pinceles y colores a pintar sonrisas y caritas felices a todos los niños que salían del lugar, unos con carita triste salían riendo a carcajadas y con una actitud positiva cual inocencia de niño suele tener.

Por unos momentos me detuve a pensar, si desde pequeños tomamos las cosas con sencillez y con un carácter de libertad y positivismo, las cosas serían mucho mas fáciles, sin problemas, sin rencores ni malas caras, el simple hecho de regalar una sonrisa diario nos cambia el día.

Decidí unirme entonces a la labor de la lagartijita, y he reído tanto, he pintado tanto, he sido tan feliz, que los colores han vuelto a la mayor parte de las personas. El gris y negro se observa ya muy poco y muy a lo lejos. Aún falta un buen camino por recorrer y muchos lugares donde pintar, pero hoy aprendí la importancia de una sonrisa hasta en los detalles mas pequeños.

Finalmente me acerqué al animalito para buscar de alguna manera agradecer su labor y enseñanza, y derepente de la nada, una chispa de millones de colores explotó frente a mi justo donde estaba parada la lagartija, instantáneamente y como magia, un arcoiris brillante deslumbró el cielo ese día en forma de una lagartija.

mArIaNnA

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