lunes, 21 de junio de 2010

IKA Parte I

Hola, mi nombre es Ika, y hoy como todos mis días me desperté con la falta de color en mi vida, salgo de mi casa al mundo, con la misión de volver a encontrar el color en la vida, pero cada paso que doy en la calle me hace ver que va a ser muy complicado, las personas son de cartón con detalles a lápiz, las sombras de un sol blanco se convierten en trazos de carboncillo negro, los sonidos que escucho están en escala de grises, son los ruidos de perros desesperados porque sus dueños no los atienden, son ruidos de carros, son gritos de mentada por qué no nos respetamos, entre nosotros. Veo que no soy la única que carece de color y todo en este mundo me hace ver que no lo encontrare.

¿Qué tengo que hacer? ¿Qué necesito para tener ese brillo en los ojos, que me dice que estoy vivo? ¿Por qué a mí me pasa todo? En el momento que me cuestiono, me llega la respuesta como un cubetazo de agua fría. “La solución no está en la vida, en el mundo o en quien me rodea, la respuesta soy YO”.

Yo soy quien decide ver las cosas, bien o mal, ¿Por qué siempre las veo mal? ¿Por qué ver el vaso medio vacío, cuando apenas lo estoy llenando?

Hoy me he dado cuenta, que para darle color al mundo, me lo tengo que dar yo primero. Aun recuerdo esos días en los que mi vida era como una paleta de colores, lista para colorear el mundo. Ese día en el que podía ver el verde de sus ojos, cuando tocaba las paredes de mi cuarto y estaban hechos de oleo, mis dedos entraban a los muros y salían pintados del color que yo me imaginara. Hoy hare el cambio, hoy tomare esa paleta de colores y pintare mi mundo como yo quiera.

Corro a mi cuarto, a buscar el baúl donde dejo las cosas viejas, saco el baúl debajo de la cama, y aun es de cartón y grises. Lo abro y es la primera vez que veo tantos colores después de mucho tiempo de no verlos, tomo mi paleta, mi pincel y todos los colores, menos el negro. Hoy el negro no existe, TODO es vida y color.

Ya con mi equipo listo para cambiar el mundo, lo primero que hago yo es cambiarme a mí misma, pasó el pincel por mi cuerpo y mis ropas y como por magia se van pintando del color que me imagino, jajaja mi vestido es de un color que no sé ni cómo se llama. Es tan difícil de describir,” me siento diferente, mientras corro por las calles, la gente de cartón y lápiz, me ve raro, porque soy diferente, se siente muy bien, no ser una más del montón.

Llego al lugar más concurrido de estas extrañas criaturas de cartón, todo es ruido y sin armonía, los gritos siguen, pero no les hago caso, me pongo en el centro del crucero y todos me pitan y me gritan, solo pienso que están locos y amargados.

Cierro los ojos y como un director de música, que está a punto de revelar su obra maestra, me concentro, y muevo mi pincel, como si fuera la varita del director, mientras me imagino los colores, escucho la música y armonía, me pongo a bailar y sin dejar de agitar mi pincel, le empiezo a poner color al mundo, unas personas ya se dieron cuenta que es muy fácil cambiar, que depende de ellos, y a quien aun no lo entiende, le lanzo una gran bola de pintura de color arcoíris, y al recibir el golpe de la bola lo que sale es una persona riendo y con color. Al ver esto terminado me acuesto en el pavimento multicolor y comienzo a hacer angelitos, “total mi mundo es de oleo y colores”

Al terminar mi obra maestra me doy cuenta que soy el diseñador de mi vida y de mi mundo, y hoy tengo que descansar, por que mañana es un nuevo día y tendré que volverlo a pintar ya que ahí necios que no quieren cambiar…

Fin

Eddie Anaya

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